¿Budapest es una de mis ciudades favoritas? Si, absolutamente. Pero, Oso, ¿acaso no conociste Madrid, Paris o Florencia? Si, también, y cada una tiene su encanto; pero Budapest tiene un plus, un alguito más, y justamente en ese «algo» es que encuentro el fua (?) de la capital de Hungría. Mejor les cuento un poquito sobre este lugar:

LA PRIMERA VEZ

Para comenzar a entender mi relación con Budapest debo remontarme a 2017, cuando el Capo (Giacomo, del cole) y yo andábamos recorriendo Europa en tren y llegamos a la capital de Hungría. Nos quedamos en un hostel bastante bien ubicado, y recuerdo claramente que la primera impresión que tuvimos de la ciudad al salir a caminarla fue de asombro por lo hermosa que era.

Nosotros llegamos a Budapest después de conocer Madrid, Palma de Mallorca, Barcelona, Marsella, Mónaco, San Remo, Roma, Florencia, Zúrich y Viena (sí, en ese orden), por lo que ya teníamos algunas otras ciudades muy lindas en la retina. Sin embargo, Budapest nos gustó de una manera especial. Por cierto, el Eurail es algo magnífico.



Recuerdo claramente que un día estábamos caminando por la ciudad y escuchamos que estaban pasando música latina en un local. Obviamente, después de casi dos meses de haber salido de Perú, para nosotros era un golazo escuchar algo en español. Nos acercamos al local: Vicky Barcelona. Para hacerles corto el cuento: volvimos tres o cuatro noches más, incluyendo un fin de semana (cuando estábamos en Eslovaquia, creo), solo para ir a este local y, claro está, volver a Budapest.

No es Vicky Barcelona, pero si uno de los Ruin Bars de Budapest que nos voló la cabeza

Ahora, nosotros teníamos una facilidad que, creo, es otro de los motivos por los cuales considero que Budapest es una de mis favoritas: sus conexiones en tren. Esta ciudad, para quien no ha tenido la oportunidad de viajar en tren por Europa, es un punto de paso obligado para múltiples destinos.

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¿Por qué? Porque está estratégicamente ubicada cuando hablamos de los límites fronterizos que tiene. Incluso, si cuento las veces que he llegado a la estación Budapest-Keleti para hacer un transbordo de tren, durante los tres viajes a Europa que he hecho, creo que tranquilamente llego a las 10 veces en Budapest.

Y si llegan en avión también es un muy buen destino para encontrar vuelos low cost. Es más, una de las aerolíneas de bajo coste más conocidas de Europa, WizzAir, es húngara, por lo que su aeropuerto central está en Budapest. Por cierto, aquí te dejo un enlace con una excelente opción de recojo desde el Aeropuerto Internacional de Budapest Ferenc Liszt.

Para que me entiendan mejor aquí el detalle:

  • Eslovaquia; excelente opción para pasar un día o dos en Bratislava y seguir tu camino hacia República Checa y Polonia (ruta obligada en Europa, recomendado a ojos cerrados).
  • Rumania; si buscas conocer Bulgaria y llegar hasta Estambul.
  • Austria; imposible dejar de conocer Viena, además de tener acceso directo y rápido a Alemania (por Munich), y también a Suiza.
  • Eslovenia; no puedes perderte Ljubljana y, además, te queda en camino a Venecia y, por ende, muy buena opción para entrar a Italia.

Y, si, Budapest ha sido mi punto de conexión para ir o llegar, hacia o desde, todas esas direcciones. Ojo, el mapa es referencial con recorrido en auto (las 41hr es para el reoccirdo completo), aunque es muy similar a la ruta en tren

RUMBO A RUSIA 2018

Mi segunda vez en Budapest fue un poco más de paso, aunque llegué a conocer lugares a los que, anteriormente, no había ido. Este viaje fue en un momento de mucha emoción porque era el último destino previo a Moscú, justamente para el Mundial de Rusia 2018, cuando Perú volvió a una Copa del Mundo después de 36 años.



Esta vez, tanto la llegada como la salida al país la hice por avión, y realmente se me hizo más sencillo que en otros aeropuertos del mundo. Y aquí hay otra clave: la moneda. En Hungría se utilizan los florines húngaros, y su devaluación frente al dólar o euro hace que puedas hacer más cosas con menos dinero. Aquí fue clave a la hora de movilizarnos, pues el costo de los taxis era más económico que en ciudades como Paris, Roma, Madrid, Berlín o Ámsterdam.

Además, fue en este viaje que conocí el Hospital en la Roca, un museo que se encuentra, literalmente, al interior de una roca que es la base de un Castillo, en el lado de Buda. Se trata de un lugar que fue refugio anti-nuclear y, además, hospital y hasta base secreta a lo largo de todas las guerras que ha sufrido el país. Para el lugar el precio es un poco alto, pero considero que el recorrido vale la pena. Y prepárense para el final de este, de verdad rompe corazones. Por cierto, a Budapest le ha tocado muy duro el tema de los bombardeos.


Hay muchas y excelentes actividades gratuitas para disfrutar de Budapest, por eso también es una de las favoritas de los mochileros


NAVIDAD EN BUDAPEST

Mi tercera vez en Budapest fue muy especial. Ligia y yo habíamos volado de Madrid a Milán, luego hicimos un full day en Berna, pasamos una noche en Salzburgo y al fin llegamos a Budapest. Nuestra estadía fue por una semana, en un AirBnb, y con una fecha especial de por medio: Navidad.

Si, mi primera vez pasando una navidad sin mi familia (ya sea por parte de mamá, en Perú, o por parte de papá, en Estados Unidos) fue en Budapest. Fue una experiencia diferente y muy bonita. La ciudad estaba más tranquila de lo que recordaba. Aunque esto era, principalmente, por la pandemia. Y si, cenamos el 24 en la noche en nuestro cuarto de AirBnb. Fue pasta con tuco. No lo olvidaré jamás, y no dejaré de sonreír cada vez que lo recuerde. Me encantó.

¡Hasta postre en esa mesa, papá!
¡Hasta postre en esa mesa, papá!

Por otro lado, sé que a Ligia no le gustó tanto la ciudad los primeros días, pero creo que poco a poco eso fue cambiando. Bueno, también es cierto que llegamos en una temporada de temperaturas bajas, por lo que muchas actividades y lugares (como las hermosas piletas) no están habilitados. Incluso nos topamos con una construcción en toda la zona del Puente de las Cadenas, lo cual inhabilitó por completo el lugar. Ahora que lo escribo creo que Ligia tuvo razones para no querer a Budapest tanto como yo.

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Sin embargo, yo si seguía queriendo -y mucho- a Budapest. Incluso más. Como ocurrió en mi segundo viaje, conocí otros lugares que eran nuevos para mí, y eso solo hizo que mi amor por esta ciudad crezca. Este tercer recorrido marcó mi primera vez en lugares como Terror Haza, Heroes’ Square y Vajdahunyad Castle y Szimpla kert. Todos recomendados.

Y si necesitan una recomendación adicional para su próximo viaje a Budapest será sobre una pastelería. Cuando estén en la ciudad y vayan al Bastión de los Pescadores, caminen en dirección a la Iglesia de San Matías y sigan de frente hasta encontrar un lugar llamadoRuszwurm Confectionery. Ahí pidan alguna bebida caliente de chocolate y, muy importante, la torta Ruszwurm. Ojo que el lugar fue fundado en 1827 y sigue al pie del cañón. Pruébenlo y se darán cuenta el porqué.

Para cerrar solo me queda animarlos a incluir Budapest como un destino fijo en sus listas de viaje. Al menos una vez, por unos cinco días, anímense a descubrir esta ciudad bastante infravalorada y, digamos, hasta algo desconocida para quienes evalúan las rutas europeas tradicionales. En esa parte de Europa, entre Polonia, Hungría, Austria, República Checa, Eslovenia y Rumania, puedes hacer una ruta preciosa, con un presupuesto más bajo que el promedio del lado occidental, y conocer lugares, tal vez, más lindos. Solo digo. Al fin y al cabo un consejo hasta de un conejo…o, en este caso, de un oso.

BONUS TRACK

El reel que hizo Ligia en el Bastión de los Pescadores